
Leyendo muy buenas experiencias de algunos foreros decidí pasarme a última hora del día para probar las dulces manos de alguna oriental. Y mira por donde, no me decepcionó el centro de masajes.
La habitación es cómoda. Tiene un armario grande para colgar la ropa, una mesita con bebidas y dulces y un 'tatami' para hacer de todo.

Al volver a la habitación me tumbo desnudo boca abajo y se pone a hacerme el masaje. Realmente fue un masaje sencillo y quizás lo tiré todo al carajo al darle conversación.
Al girarme boca arriba, la chica continúa con el masaje hasta que sutilmente me sugiere si quiero masaje "ahí". Gentilmente le dije que otro día y así quedó la cosa.
De vuelta a la ducha y para casa. Un lugar diferente que prometo volver más de alguna vez. Quiero conocer a la famosa "Lili" de la que se habla mucho por los foros.

